En su cuenta oficial en la plataforma Twitter el mandatario francés sostuvo que sus pensamientos están con el pueblo del país árabe, que se enfrenta a terribles inundaciones; con las familias de los innumerables desaparecidos, y con las poblaciones afectadas por la catástrofe.

La postura del jefe de Estado halló respaldo en el Ministerio de Europa y Asuntos Exteriores de Francia, el cual anunció la creación de un centro de crisis para ayudar a dicha nación: “a petición del presidente de la República, el Ministerio de Europa y de Asuntos Exteriores de Francia moviliza el centro de crisis y apoyo en beneficio de Pakistán. La ayuda de Francia llegará rápidamente”.

Como consecuencia de las fuertes lluvias monzónicas, las cuales en dos meses han obligado además a evacuar a más de 40.000 ciudadanos, el Gobierno pakistaní declaró el estado de emergencia nacional y ha solicitado ayuda internacional.

Ante dicha solicitud, la Unión Europea anunció que destinará 1.8 millones de euros en ayuda humanitaria para atender a las personas afectadas por las inundaciones, mediante organizaciones que trabajan en el terreno; así como también buscará paliar las consecuencias de las intensas precipitaciones.

Por su parte, la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres de Pakistán (NDMA) que, de los fallecidos, al menos 119 se reportaron en las últimas 24 horas; además de un total de 949 mil 858 viviendas y casi 3.500 kilómetros de caminos arrasados hasta este minuto, según detallaron en su último informe.

​Detalla dicho ente que el país ha recibido 166,8 mm de lluvia en agosto, en comparación con el promedio de 48 mm anual para ese mes, lo que representa un aumento del 241%.

Este aumento fuera de lo común ha derivado en el aumento de forma peligrosa del caudal del río Kabul, hasta los 250.000 pies cúbicos por segundo, dejando bajo el agua varias localidades.

Las peores inundaciones de la historia de Pakistán, uno de los países más afectados por los efectos del cambio climático ocurrió en 2010, justamente por un monzón sumamente intenso, unido a un deshielo estival igualmente abundante; y ocasionó unos 2.000 muertos y más de 20 millones de damnificados.

Fuente: TeleSur