La crisis económica de los pescadores y el sector agroexportador en Argentina se ha agravado debido al bajo caudal del río Paraná. Esta situación ha limitado el transporte de productos a través de la hidrovía y ha encarecido los costos logísticos para las empresas exportadoras, según el Instituto Nacional del Agua (INA).

El río Paraná, que llegó a un histórico descenso de 0,61 metros en el puerto de Rosario, principal punto de exportación agrícola del país, también ha afectado gravemente la pesca comercial. Los pescadores locales han visto una caída en las capturas de especies como el surubí, lo que ha golpeado duramente a comunidades dependientes de esta actividad, como el barrio San Pedro Pescador.

La pesca del surubí, esencial para el sustento de muchas familias, ha sido mínima, con capturas que no superan los dos ejemplares por semana. El precio pagado por los acopiadores, de 10 mil pesos argentinos por kilo, no es suficiente para cubrir las necesidades básicas de los pescadores. Además, la captura de dorados también ha disminuido, afectando aún más la economía local.

El Instituto Nacional del Agua advirtió que la situación es crítica y que no se prevén mejoras significativas en el corto plazo. La bajante del río ha sido la segunda más baja en septiembre desde 1970, lo que agrava la situación para los pescadores y exportadores en el país.

Con una recuperación incierta y dependiente de las fluctuaciones en el ciclo de operación de la represa de Yacyretá, los afectados enfrentan serias dificultades para mantenerse a flote, tanto en el sector pesquero como en el agroexportador.

Fuente: teleSUR