Luego de tres días llenos de adrenalina, el español Carlos Sainz se coronó vencedor del Gran Premio de la Ciudad de México, presentado por Heineken en el Autódromo Hermanos Rodríguez. Las expectativas eran altas tras una impecable clasificación del piloto de Ferrari, quien partió desde la pole y mantuvo su posición casi toda la carrera.
La fiesta comenzó en el Autódromo, que lucía repleto de aficionados desde temprano. Todos esperaban que Checo Pérez tuviera un gran desempeño, a pesar de salir desde la penúltima posición. Con ganas de dar lo mejor en su carrera de casa, el tapatío expresó en redes sociales: “Rendirse nunca ha sido una opción y estoy comprometido a darlo todo”.
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Las puertas abrieron a las 9 de la mañana. Los asistentes disfrutaron de actividades organizadas por Heineken, como el primer museo dedicado a Checo Pérez y estaciones de CO2 para cerveza helada. Una espectacular torre con un DJ en la cima también creó un ambiente festivo antes de la carrera.
La carrera comenzó con emoción, pero hubo complicaciones. Yuki Tsunoda chocó con Alex Albon en la primera curva, lo que provocó la entrada del safety car. A pesar del caos, Checo adelantó cinco posiciones, pero recibió una penalización de 5 segundos por una mala ubicación en el arranque. La intensidad aumentó en una batalla por la décima posición, pero terminó fuera de
Fuente: Quién