Ha sido la de este viernes una mañana muy especial y triste en Valdebebas, todo a cuenta del futuro de Casemiro, lejos de España. El brasileño vive sus últimos momentos en el Real Madrid y lo ha escenificado despidiéndose de sus compañeros, la mayoría enterados previamente de la situación por los medios.

Porque ayer muchos de los futbolistas de actual campeón de Europa no sabían, y tampoco querían creer, que Casemiro se marchaba. El pivote, leyenda de la entidad, no había comentado nada al grueso de la plantilla, que, sin embargo, viendo el desarrollo de los acontecimientos en la prensa, se temieron lo peor.

Este viernes Casemiro, como es habitual en él, llegó con una antelación considerable a la Ciudad Real Madrid. La cabeza la tiene en Mánchester, pero eso no le está restando ni un ápice de profesionalidad. Después de reunirse con Ancelotti, en un encuentro en el que quedó claro lo que ocurrirá en las próximas horas, charló con sus colegas.

Fuentes de dentro aseguran que no hubo mucha ceremonia y que el momento se produjo de manera muy informal. Individualmente, en grupitos, el tema se fue tratando con naturalidad y con cara de circunstancias, pero sobre todo apoyando a ‘Casemito‘. Luego, el centrocampista comenzó la sesión con el grupo… pero no la completó. Lo hizo, hasta alcanzar la hora de ejercicio, al margen, con trabajo específico.

Fuente: Diario Marca