Una gran convocatoria de caballistas se registró en el desfile hípico de Managua, en honor a las fiestas patronales de Santo Domingo de Guzmán, el primero de agosto.
Desde tempranas horas de la mañana, llegaron caballistas de todas partes a la capital para participar en el desfile.
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Nacer López Moya, propietario del Rancho NK en Boaco, trajo tres ejemplares y todos los años participa en el desfile hípico de Managua y en otros eventos similares en el país. Expresó que “esto es un hobby con el que se nace. Esto es algo que no se aprende; creo que se nace con el ánimo y el ímpetu de montar a caballo. Es una tradición de nuestros padres, de los pueblos, y Managua, para mí, es el mejor evento hípico de Centroamérica. Siempre venimos”.
Caballista participante
Otro caballista participante del desfile fue Brandon José Álvarez, de la caballería Yeguada HA de Camoapa, quien tiene unos 20 años participando en las hípicas de Managua. Montó un caballo warlander de cinco años y medio de edad»
«La verdad es que nosotros siempre hemos tenido caballos desde niños, y Camoapa es una zona donde tenemos bastantes equinos. Hay mucha calidad de caballos: frisones, españoles, warlanders, iberoamericanos. Tenemos de todo, gracias a Dios.”
Donald Morales, que escribe desde hace unos seis años en la revista Agronic del caballo, destacó que la Hípica de Managua es una de las más grandes de Nicaragua y Centroamérica, con la participación de ejemplares de razas iberoamericanas y españolas, entre otras.
El público asistente calificó el desfile como atractivo y como un espacio donde las familias pueden recrearse y conocer las razas de equinos que existen en el país.
López Moya se dedica a la crianza y venta de caballos iberoamericanos y criollos de Costa Rica. Indicó que la manutención de cada caballo está valorada en más de 300 dólares mensuales, sin incluir suplementos.
Para los jinetes, participar en los desfiles hípicos es una experiencia de vida que les permite guardar en su memoria momentos muy especiales.
Periodista: Celia Méndez