El representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Líbano, Edouard Beigbeder, pidió hoy un alto al fuego inmediato y la protección de los civiles, tras la persistente agresión israelí.

Para el funcionario, la situación en el sur se suma a las múltiples crisis que enfrenta el país desde 2019 y reclamó garantizar a todos los niños el acceso a la educación y la protección a daños físicos y mentales, así como la oportunidad de prosperar y contribuir a la sociedad.

En un comunicado de prensa, el directivo de Unicef expresó preocupación por la situación de la infancia y las familias desplazadas de sus hogares, tras casi siete meses de hostilidad en la nación.

A propósito, Beigbeder afirmó que mientras el escenario siga siendo tan volátil, más niños sufrirán; y en ese sentido, enfatizó la obligación de garantizar la protección de los más pequeños según el derecho internacional humanitario.

En este punto, indicó que los bombardeos en curso en el sur obligaron a aproximadamente a más de 90 mil personas, incluidos 30 mil niños, a abandonar sus hogares.

De acuerdo con el último informe del Ministerio de Salud Pública, ocho menores de edad aparecen entre las 344 personas muertas como consecuencia de los ataques israelíes.

Por su parte, de los mil 359 ciudadanos heridos, 75 niños sufrieron lesiones desde el comienzo del intercambio de fuego en octubre de 2023.

Las agresiones de Tel Aviv afectaron los servicios esenciales de los que dependen los niños y las familias, entre ellos nueve estaciones de agua, que abastecen a una población de 100 mil habitantes, precisó Unicef.

Al mismo tiempo, añadió que más de 70 escuelas y 23 centros de salud permanecen cerrados debido al constante bombardeo israelí.

Según Unicef, antes del inicio de este conflicto, los servicios esenciales del Líbano, incluidos los sistemas de salud y educación, ya estaban al borde del colapso después de años de estar sobrecargados.

Las crisis financieras y económicas sin precedentes exacerbó las vulnerabilidades existentes desde hace cinco años en el país con impacto directo en la pérdida de empleos e ingresos, una alta inflación y una escasez de servicios como electricidad y medicamentos, agregó el Fondo.

En este sentido, Unicef manifestó que, en colaboración con sus aliados, brindó ayuda vital a las familias afectadas con la entrega de suministros médicos vitales, kits de higiene y nutricionales para los desplazados que viven en refugios colectivos y en comunidades en todo Líbano.

Durante la actual etapa, el Fondo de Naciones Unidas facilitó combustible, agua, tanques, ropa de invierno y mantas, además de brindar junto al Ministerio de Asuntos Sociales una ayuda única de emergencia en efectivo para atender las necesidades inmediatas de 85 mil pobladores.

En este contexto, varios niños desplazados internos pudieron reanudar su educación en escuelas públicas y recibieron nuevos útiles escolares y asistencia de transporte.

Fuente: Prensa Latina