El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió que 466 millones de niños en todo el mundo viven en zonas afectadas por olas de calor extremo, un fenómeno que se ha vuelto más frecuente en las últimas seis décadas. Este calor, definido como días con temperaturas superiores a 35 grados Celsius, pone en riesgo la salud, el bienestar y las actividades cotidianas de los niños.

La directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, destacó que los cuerpos de los niños son más vulnerables al calor extremo, lo que los hace susceptibles al estrés térmico, una amenaza grave para su salud. Los efectos del calor son particularmente preocupantes en países como Mali, Níger y Sudán, donde los niños soportan más de la mitad del año bajo temperaturas extremas.

En América Latina y el Caribe, 109 millones de niños enfrentan olas de calor duplicadas y 56 millones las viven triplicadas. En Europa y Asia Central, 55 millones de menores viven en áreas con un aumento en la frecuencia de este fenómeno, lo que agrava los riesgos para su bienestar.

Unicef advierte que los peligros relacionados con el clima no solo afectan la salud, sino también la seguridad alimentaria y del agua, además de provocar desplazamientos. Por ello, la organización hace un llamado urgente a tomar medidas para proteger a los niños en estas zonas vulnerables.

Fuente: teleSUR