Científicos de Rusia lograron crear una tecnología de bioimpresión tridimensional de tejido humano a partir de células vivas, este logro permite imprimir órganos y tejidos para una persona determinada.
Un equipo de la Primera Universidad Estatal de Medicina de Moscú Séchenov y del Centro Semiónov de Físico-Química de la Academia de Ciencias de Rusia realizaron un ciclo completo de bioimpresión tridimensional y obtuvieron un tejido bioequivalente, un análogo artificial del tejido humano vivo.
- Te puede interesar: El covid alteró la memoria de quienes estuvieron en confinamiento
En primer lugar, los especialistas tomaron dos tipos de células madre estromales mesenquimales (MSC) humanas: de tejido adiposo y de mucosa gingival. Con ellas formaron esferoides (agregados de células en forma de bolas), que se utilizan como bloques de construcción en una impresora 3D. Al mismo tiempo, los científicos prepararon especialmente biocélulas para la impresora 3D.
En el transcurso del trabajo, resultó que los equivalentes tisulares impresos con la bioimpresora presentan una serie de ventajas, ya que mostraron una mayor funcionalidad.
Material adecuado para la bioimpresión
Otra conclusión destacada de los científicos es la importancia de seleccionar inicialmente el material adecuado para la bioimpresión, ya que las propiedades del futuro equivalente tisular dependen de las células originales. Las células estromales mesenquimales gingivales son más adecuadas para crear un vaso o hueso, mientras que las células madre mesenquimales de tejido adiposo son más apropiadas para implantes cutáneos.
Durante el estudio, el equipo obtuvo un tejido vivo equivalente a la piel totalmente funcional. En el futuro, podrá utilizarse para tratar úlceras diabéticas y tróficas, heridas que no cicatrizan, quemaduras y otros defectos que tienen dificultades para regenerarse con los tratamientos existentes. Además, la adquisición de estos bioequivalentes reducirá los estudios en animales y hará más éticas las tecnologías de medicina regenerativa.
Según los autores del artículo, varias escuelas científicas rusas y mundiales trabajan en esta dirección. Sin embargo, aún no se ha realizado un estudio que describa, paso a paso, cómo conseguir un constructo impreso a partir de dos tipos celulares específicos. El resultado de este trabajo permite a los científicos optimizar el protocolo de maduración e implantación del bioequivalente, para acelerar y aumentar su eficacia. Van a utilizar los datos recibidos en desarrollos posteriores, obtención de análogos de cartílago, vaso y hueso.
Fuente: Sputnik