El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, cuestionó la capacidad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para zanjar los obstáculos que pongan fin al bloqueo estadounidense contra Cuba y los ataques de Israel contra la Franja de Gaza, acciones respaldadas por Estados Unidos que exponen como ‘instrumento’ a la institución mundial.
«¿Para qué la ONU? Buena para nada. De hablar a actuar no es más que un instrumento de los imperialistas de la Tierra», expresó Ortega durante un acto político celebrado en Managua.
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«En Naciones Unidas todos los años se vota para que se levante el bloqueo contra Cuba y solamente ha habido dos votos en contra: Estados Unidos e Israel. Sencillamente es un veto, eso no es democracia, porque si la gran mayoría está votando a favor de que se levante el bloqueo. Entonces, ¿para qué sirve Naciones Unidas?«, cuestionó el mandatario centroamericano.
«Igual lo que ha pasado ahora con Palestina, una votación para que se reconozca el Estado palestino, que le dé su asiento en Naciones Unidas, todos votando a favor excepto el Gobierno de los Estados Unidos, entonces se impone la fuerza sobre la razón, se impone la fuerza sobre el derecho», dijo Ortega.
«Hay diferentes formas de genocidio, el que se está cometiendo contra el pueblo palestino y el genocidio que se ha estado cometiendo contra el pueblo de Cuba; no es violación de derechos humanos, es un genocidio, porque es someter al pueblo al dolor, a hundirlo en la pobreza, que la gente muera por falta de medicamento y lanzar campañas para buscar como provocar un levantamiento», afirmó.
Para Ortega, Estados Unidos provoca levantamientos [sociales] con la finalidad de derrocar gobiernos, como el intento de golpe de Estado provocado en Nicaragua en 2018.
«Levantamiento bien articulado, bien organizado por las agencias del gobierno norteamericano, con gente entrenada en los Estados Unidos y cuando el país estaba en condiciones de crecimiento, desarrollo (…) lo que hicieron fue provocar un levantamiento criminal, cobarde, armado», aseveró.
Ortega reiteró su crítica a Washington y sus aliados europeos que han destinado miles de millones de dólares para financiar a los gobiernos de Ucrania e Israel, para «enriquecer y fortalecer» a las élites de la industria militar que mantienen al mundo bajo la amenaza de una guerra nuclear y ponen en riesgo a la humanidad.