Destacó que su país apoya a Venezuela en el justo reclamo de esa nación por la Guayana Esequiba ante la pretensión de Guyana, junto con EE.UU, para posesionarse de ese territorio.
La llamada Doctrina Monroe esta debilitándose a medida que las naciones progresistas en América Latina y el Caribe actúan a favor de la multipolaridad y rechazan las políticas intervencionistas de Estados Unidos (EE.UU.), indicó el canciller de Nicaragua, Denis Moncada.
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En entrevista especial con Jorge Gestoso, el ministro de Relaciones Exteriores nicaragüense destacó que su país apoya a Venezuela en el justo reclamo de esa nación sobre la soberanía de la Guayana Esequiba ante la pretensión de Guyana, junto con EE.UU, para posesionarse de ese territorio.
Moncada se encuentra en Caracas para participar en el participar en el «Foro Internacional contra el Imperialismo, el Fascismo y la Neocolonización Bolívar vs. Monroe», con motivo del bicentenario de la llamada Doctrina Monroe.
El foro internacional tiene el objetivo de abordar las consecuencias de la Doctrina Monroe en América Latina y el Caribe en diferentes dimensiones, así como actualizar y visibilizar la lucha antiimperialista en toda la región.
Al respecto, Moncada subrayó que hay que reflexionar sobre lo que ha sido los 200 años de la Doctrina Monroe para saber dónde hay que detenerla.
En ese sentido, Moncada subrayó que han sido los pueblos en resistencia en su lucha contra el injerencismo estadounidense lo que ha contribuido al fortalecimientos de las naciones progresistas como es el caso de Nicaragua en su historia moderna.
En la entrevista, el canciller recordó la creación de un grupo paramilitar conocido como contrarrevolución, llamado «la contra», por parte del Gobierno de EE.UU., para atacar el triunfo del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en los 80 y 90 del siglo pasado, tras derrocar a la dictadura de Anastasio Somoza Debayle en 1979.
Para Moncada, la contra fue ejemplo claro de cómo opera EE.UU. en su intención de conquistar a las naciones latinoamericanas y caribeñas para apoderarse de sus recursos y ampliar sus geografía bajo la llamada Doctrina Monroe.
Según esa política, delineada por el expresidente estadounidense James Monroe hacia América Latina en 1823, EE.UU. protegería la soberanía de las nuevas naciones independientes latinoamericanas y trabajaría para prevenir que ninguna potencia europea tratara de restablecer un imperio colonial en la región.
Sin embargo, la verdadera intención fue intervenir en las naciones para robarle sus activos, extender su injerencia para favorecer sus propios intereses en el marco de una nueva colonización en el continente que se ha extendido hasta nuestros días.
Moncada manifestó que de forma permanente Nicaragua es un ejemplo de la pretensión del Imperio estadounidense por perpetrar su política de agresión, de dominio territorial por la fuerza, de invasión, de apoderarse de nuestros recursos.
Sin embargo, Moncada puso el foco de atención en la lucha de los pueblos por un cambio universal que ponga fin a la hegemonía imperialista; puso como ejemplo el Grupo de los Brics, que ahora está en plena extensión.
También la posibilidad de que Nicaragua pueda construir un vía semejante al Canal de Panamá sin la injerencia estadounidense, y el apoyo de China e inversión extranjera.
Esa política agresiva de injerencia y robo de nuestros recursos por parte de EE.UU., Reino Unido y de otras potencia europeas ha tenido una respuesta clara de resistencia de nuestros pueblos hasta nuestros días.
Advirtió que ahora se crean nuevos canales para comerciar dentro de países fuera de la órbita de la doctrina Monroe, como una estrategia para superar esas medidas ilegales, arbirtrarias e injerencistas.
Destacó además de los Brics, otros grupos de integración, alejados de EE.UU., como el ALBA-TCP, la Comisión de países de Latinoamérica y el Caribe (Celac), entre otros, como expresiones para vencer esa política fascista y neocolonialista.
Acusó a EE.UU. de crear causas estructurales como la existencia de la narcoactividad que provocan condiciones de inseguridad en esas naciones, lo que obliga a las personas a la migración.
Fuente: TeleSur