Las autoridades de Brasil han confirmado que las intensas lluvias que han afectado al estado de Rio Grande do Sul, han dejado más de 30 muertos y más de 60 desaparecidos, como consecuencia de las inundaciones.

Al respecto, el gobernador Eduardo Leite detalló que “más de 2 mil hombres y mujeres de las fuerzas de seguridad del Estado y al menos otros 1 mil de las Fuerzas Armadas”, trabajan de forma continua en las acciones de rescate.

Esto ocurre luego de que en la víspera colapsara parcialmente la presa 14 de julio, localizada entre los municipios de Cotiporã y Bento Gonçalves, al suroeste de Brasil, y podría ocurrir “un colapso total”, según el vicegobernador de Río Grande del Sur, Gabriel Souza.

El colapso provocaría inundaciones de dos a cuatro metros y es por ello que se indicó por parte de las autoridades que los habitantes de los territorios “desde Santa Bárbara en adelante” se resguardaran en zonas más altas, especificando que los refugios deberían estar “al menos seis metros” sobre el nivel de los ríos.

Por otra parte, en esta jornada el gobernador del territorio dijo que, en Porto Alegre, capital del estado, el panorama meteorológico iba a ser “sin precedentes”. Al mismo tiempo advirtió que en la zona metropolitana podría ocurrir “mucho peor”.

Ante ello, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva aseguró que los recursos para sostener la situación hidrometeorológica «no faltarán».

Catalogado por Leite como “el peor desastre en la historia” de ese territorio, las últimas precipitaciones han provocado además del colapso de la presa que los ríos arrasen con puentes y carreteras.

Según la Defensa Civil brasileña, la situación meteorológica ha dejado a “más de 351 mil habitantes afectados”; así como “23 mil 600 desalojados en 235 municipios”.

No obstante, las autoridades precisan que “las aguas que cubren enormes áreas impiden dimensionar el desastre”, por lo que los números podrían ser más elevados.

Fuente: teleSUR