Un nuevo error del gigante de la distribución de entradas Ticketmaster arruinó la experiencia de un sinfín de seguidores que, el pasado fin de semana, acudieron en masa al estadio Azteca de Ciudad de México para ver en acción a su ídolo Bad Bunny: todo un fenómeno de la música latina y nada menos que el artista más escuchado del año en las plataformas de streaming.
Debido a fallos recurrentes en la lectura electrónica de los tickets, ligados sin duda a la proliferación de boletos falsos en las inmediaciones del coliseo, varios fans se quedaron fuera del recinto a pesar de que habían adquirido las entradas de forma válida y legal. La compañía no ha dudado en culpar del suceso a aquellos que se saltaron las normas y quisieron disfrutar del concierto sin pagar el precio convenido.
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«Los inconvenientes causados en las puertas fueron consecuencia directa del número tan alto y sin precedentes de entradas falsas, que generaron más aglomeraciones de lo normal. Todo ello creó confusión y complicó sobremanera el acceso al estadio, lo que obligó a denegar la entrada a personas que tenían boletos legítimos», ha señalado la firma en un comunicado que subraya la obligación de cumplir con todas las medidas de seguridad.
Aunque poco puede hacerse ya para consolar a los admiradores del intérprete puertorriqueño que se perdieron el espectáculo, Ticketmaster se ha comprometido a trabajar de forma estrecha con la agencia de protección de los consumidores PROFEC a fin de evitar incidentes como el que se vivió el pasado viernes en la capital mexicana, redoblando los esfuerzos por terminar con la compraventa fraudulenta de entradas e identificando con mayor eficacia esos documentos falsos.
Hay que recordar que otra de las estrellas más rutilantes de la música contemporánea, Taylor Swift, criticó abiertamente a Ticketmaster por los colapsos que se produjeron recientemente en su web, cuando salieron a la venta las primeras entradas para su próxima gira mundial. La intérprete reveló que la empresa se había comprometido a gestionar debidamente la elevada demanda de tickets, pero lo cierto es que muchos fans de la artista acabaron haciendo cola durante horas para, finalmente, irse con las manos vacías.
Fuente: Yahoo! Noticias