La estrella televisiva Khloé Kardashian no quiere saber nada de la vida personal o profesional de su expareja Tristan Thompson, al margen de la necesidad de organizarse para la crianza de sus dos retoños en común. La celebridad ha sacado parcialmente al deportista de su vida desde que, hace unos meses, el astro de la NBA volviera a serle infiel, en esta ocasión con la entrenadora Maralee Nichols, quien se quedó embarazada y dio a luz a un varón que el deportista no quiso reconocer como suyo en un primer momento.

Sin embargo, en el último episodio del nuevo reality familiar ‘Las Kardashian‘, la también diseñadora no ha tenido reparo en sincerarse sobre una etapa muy diferente de su ya extinta relación. A principios del año 2020, antes de que irrumpiera la pandemia del Coronavirus, el que fuera jugador de los Boston Celtics hincó la rodilla para pedirle matrimonio a la socialité, una proposición que le hizo sentir muy «incómoda» y de la que prefirió no informar a su familia.

Esa reacción emocional era del todo comprensible, ya que, en los meses anteriores y también posteriores a la llegada de la pequeña True, primogénita de la pareja y nacida en abril de 2018, Tristan había estado coqueteando con numerosas mujeres y con algunas de ellas llegó a mayores. La gota que colmó el vaso, por primera vez, se derramó en enero de 2019, cuando Tristan compartió un apasionado beso con una amiga de Kylie Jenner, hermanastra de Khloé, durante una fiesta organizada en su propia casa.

«Le dije que no me sentía cómoda aceptando su proposición, porque no era algo que me emocionara contar a mi familia. Le dije: ‘Necesito estar segura de que estamos en una relación completamente diferente, porque quiero poder estar orgullosa de decir a los demás que me he prometido’. Y sé que tuvo que ser hiriente para él escuchar eso de mi boca.«, ha reflexionado Khloé sobre un hipotético enlace que, afortunadamente para ella, nunca se materializó.

Fuente: Yahoo Noticias