A los nicaragüenses les gusta consumir plátanos fritos, ya sea en tajadas o tostones, por los beneficios que contienen para nuestra salud, pero también por su sabor ideal, para acompañar los platillos en nuestros hogares. Por estas razón hace exitosa las venta de «Frituras Gaby».
En este negocio familiar a diario se fríen más de 2 mil 300 unidades de plátanos, traídos directamente del departamento de Rivas. De esta manera ya son cinco años los que Maryuri Gabriela García, propietaria de «Frituras Gaby«, tiene ofreciendo con buenas ventas estos crujientes productos que son un deleite para el paladar de su clientela.
Estas frituras las encuentra en algunas tiendas de conveniencia, pero también tienen mucha demanda entre los negocios de los colegios, hospitales y comedores sólo en Managua. Las proyecciones son distribuir a nivel nacional. Se ofrecen en distintas presentaciones a precios módicos, que van desde los 18 córdobas hasta los 90 córdobas, según el peso.
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Este negocio genera siete empleos fijos y brinda todas las prestaciones sociales correspondientes. Además está debidamente matriculado con la Alcaldía de Managua (ALMA), cuenta con su registro sanitario. Dio sus primeros pasos en el Parque Nacional de Ferias, del Ministerio de la Economía Familiar (Mefcca) después se instalaron en el barrio 22 de enero de Managua.
García explicó que en el Parque de Ferias «ayuda bastante, te aconsejo. Allí pueden emprender, es un lugar muy bonito. Es una ayuda que te ofrece el gobierno, porque si no se paga nada. No se paga local, no se paga agua, ni se paga energía eléctrica. Ahí se emprende bastante, yo me retiré del Parque de Ferias, porque crecimos gracias a Dios«, explicó García.
La propietaria del negocio destacó que, la clave del éxito es su confianza en Dios, pero además los deseos de superación, el empeño disciplina y la buena administración que hacen del negocio. Agregó que en Nicaragua hay condiciones para emprender y hacer negocios, sin la necesidad de ir al exterior, “aquí podemos crecer, la verdad que sí, todo es queriendo, todo es esforzándose, porque nada cae del cielo, Dios ha mandado a trabajar, para que podamos comer, todo es querer, y tener ese amor y deseos de salir adelante, de crecer como persona y en la comunidad».
Periodista: Celia Méndez