La Real Sociedad visita al París SG el miércoles en la ida de octavos de final de la Champions con el objetivo de prolongar su idilio esta temporada con la competición de las estrellas de la mano del recién renovado Take Kubo.
. Champions como bálsamo
El conjunto vasco llega al Parque de los Príncipes lejos de su mejor momento de forma, tras ocho jornadas ligueras en las que sólo sumó una victoria, una racha que le ha sacado de los puestos europeos.
Unas semanas en las que el equipo blanquiazul de Imanol Alguacil echó en falta en dinamismo que imprime al juego el centrocampista japonés Takefusa Kubo, que tuvo que sumarse a las filas japonesas para disputar en Catar la Copa de Asia.
«Sabemos lo que somos y quiénes estamos, no hay dos Takes, y punto y se acabó», zanjaba el técnico vasco tras perder ante el Athletic Club (2-1) mientras su estrella se hallaba en Catar.
La eliminación en cuartos de los ‘Samuráis Azules’ permitió su regreso anticipado a San Sebastián, donde el lunes renovó hasta 2029. «Quiero que la noticia esta semana no sea esta, quiero que sea la victoria en el Parque de los Príncipes y daremos todo para que sea así», aseguró el nipón de 22 años formado en la cantera del FC Barcelona, que suma seis goles en LaLiga, pero aún no ha estrenado su casillero de goles en Champions.
. El factor experiencia
El recorrido de ambos equipos en la presente edición de la Champions presenta más diferencias que similitudes. Si los vascos sorprendieron liderando un grupo en el que también estaba el Inter de Milán o el Benfica, con tres victorias y tres empates, los parisinos sufrieron hasta el final para clasificarse a octavos detrás del Borussia Dortmund, y con sólo dos victorias en sus seis partidos de fase de grupos.
Pero nada de lo anterior cuenta llegados a las eliminatorias directas, donde por experiencia el PSG podría sentirse más cómodo. La Real llevaba desde 2013 sin jugar en la máxima competición europea y desde hace 20 años sin disputar un partido de octavos.
Una ronda en la que el PSG ha caído en las dos últimas ediciones, pero el equipo ahora entrenado por Luis Enrique (campeón con el Barça en 2015) no suele pinchar ante equipos ‘a priori’ inferiores; Valencia en 2013, Leverkusen en 2014, Dortmund, Atalanta y Leipzig en 2020.
Aunque cuando el rival tiene más nombre la historia cambia; Barcelona 2017, Real Madrid 2018 y 22, Bayern 2020, 21 y 23, Manchester City 2016, Manchester United 2019.
«Tenemos que jugar con personalidad. Si somos capaces de jugar al mismo nivel que en la fase de grupos podemos competir ante cualquier rival», declaró el martes Imanol en la conferencia de prensa previa al partido.
. Barcola, el ‘desconocido’ del tridente
El tridente ofensivo parisino 2023-2024 está formado por Kylian Mbappé, Ousmane Dembélé y Bradley Barcola, una de las grandes satisfacciones en el PSG esta temporada.
Llegado del Lyon el pasado verano, este joven talento de 21 años no partía con un rol de titular.
Pero ha seducido a Luis Enrique por su percusión, su capacidad para el regate y para crear ocasiones de gol, encarnando una suerte de simetría con Ousmane Dembélé por el costado izquierdo.
Una opción que permite situar a Mbappé en punta, donde más daño hace la estrella de cara a puerta y menos nota el equipo su poca inclinación a presionar la salida de balón del rival.
«Llevamos un proceso de aprendizaje, de conocimiento, y podemos sentir que estamos preparados que vamos a competir mañana», afirmó Luis Enrique.
. Con bajas… pero con Oyarzabal
Si el conjunto parisino afronta el choque con el grueso de su plantilla apta y en buena forma, la enfermería realista presenta una imagen más preocupante.
Álvaro Odriozola, Aritz Elustondo, Kieran Tierney, Carlos Fernández, Aihen Muñoz y Sheraldo Becker se han quedado en San Sebastián tras anunciarse una convocatoria en la que figura el capitán Mikel Oyarzabal, pese a que se perdió los dos últimos partidos de su equipo por unas molestias en la rodilla.
Fuente/Yahoo Noticias