“La producción de naranjas, mandarinas y limones ya no es la misma en la Concepción”, es lo que lamentan algunos productores como don Neftalí Velásquez González, propietario de la finca San Jorge, ubicada en este municipio, quien se ha dedicado a la producción de cítricos desde hace más de 30 años y con experiencia en cultivos de toda la vida, como herencia de sus padres.
Esta afirmación la realiza preocupado por lo que él llama la plaga del Dragón Amarillo o Chino, que en los últimos años ha arrasado las plantas, sobre todo los naranjos, el que consume el árbol desde la cúspide, secándolo poco a poco hasta llegar a la base, dejando lo que antes eran frondosas plantas con no menos de mil frutos en la temporada de cosecha, en simple leña para el fuego, en otros caso, cuando se trata de árboles jóvenes de dos o tres años, los seca sin dejarlos producir en ninguna ocasión.
Según este productor el año pasado también les afectó la entrada tardía del invierno, lo que hoy se ve en productos pequeños y en la poca producción, lo que se traduce en menos cítricos en los mercados de Managua y por supuesto, un precio más elevado.
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La San Jorge es de las fincas que aún sobreviven, producen mandarinas, algunas naranjas de los pocos árboles que sobreviven a la plaga, plátanos, guineos cuadrados y ahora, al igual que muchos productores de la Concepción, o La Concha, ha incurrido en el cultivo del aguacate, una planta más resistente a la plaga y al cambio climático, aunque lamenta que el municipio ya no será el mismo si se termina las plantas de cítricos debido a la plaga en cuestión.
El productor cree que es necesario el seguimiento de las autoridades a este caso, la búsqueda de soluciones por parte de expertos que les permita conservar los árboles cítricos que hoy tienen y cultivar nuevas plantas sin temor que se sequen jóvenes y perder su inversión, están dispuestos a recibir el acompañamiento necesario para rescatar la producción de cítricos en La Concepción, ya que en otras ocasiones han trabajado de cerca con el Gobierno obteniendo excelentes resultados.
Mientras, seguirán trabajando y cuidando sus cultivos para seguir disfrutando de las bondades de la madre tierra, las que hoy les permite tener una vida económicamente estable, garantizar empleos a otras personas, los cítricos para los amantes de los jugos de esta naturaleza y contribuir al desarrollo económico del país.
Periodista: Héctor Calero