El 30 de noviembre, un grupo de alborotadores causó pánico en la ciudad de Orlando, Florida, bloqueando una intersección clave en la ciudad. Los atacantes prendieron fuego en la carretera y utilizaron el espacio para realizar derrapes, lo que generó una situación de caos para los automovilistas que intentaban pasar por la zona.
Durante el incidente, los alborotadores también acosaron a los conductores, impidiéndoles el paso y causando daños a varios vehículos. En uno de los casos, una mujer gritó que había un bebé en su auto mientras los atacantes golpeaban su vehículo y saltaban sobre él, intensificando el peligro para los ocupantes del coche.
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Además, un conductor relató que su Tesla fue atacado por decenas de personas, quienes comenzaron a saltar sobre el coche y a romper el parabrisas. Se estima que los daños a su vehículo ascienden a alrededor de 60 mil dólares, lo que resalta la violencia del acto.
Las autoridades locales, a través de la Oficina del Sheriff del condado de Orange, calificaron el incidente como un acto imprudente y violento que pone en peligro la seguridad pública. La Policía ha solicitado la ayuda de la comunidad para identificar a los 30 implicados en los disturbios y llevarlos ante la justicia.
La Policía ha reiterado su compromiso de asegurar que los responsables enfrenten las consecuencias de sus acciones y restaurar la seguridad en las calles de Orlando. El caso sigue siendo investigado, y las autoridades continúan recabando información para resolver el incidente.
Fuente: RT en Español