Para confirmar el hallazgo, los astrónomos necesitaron medir la velocidad del movimiento del gas denso alrededor de la joven estrella.…
El hallazgo fue posible gracias a un telescopio binocular del Observatorio Internacional del Monte Graham, en Arizona, EE.UU.
La constelación de Orión es una de las regiones astronómicas más famosas por albergar nubes moleculares gigantes cercanas al Sol.