El Instituto de Meteorología de Cuba (Insmet) reportó este miércoles que la tormenta tropical Helene continuó intensificándose, con vientos máximos sostenidos de 100 km/h y una presión mínima de 985 hectopascales. Durante la madrugada, fuertes lluvias azotaron el occidente cubano, especialmente en Isla de la Juventud y Pinar del Río, provocando acumulados significativos de agua. Las autoridades emitieron alertas en varias provincias, incluyendo Pinar del Río, ante la posibilidad de que Helene se convierta en huracán.

Helene se encontraba a unos 175 kilómetros al suroeste del cabo San Antonio y a 80 kilómetros al sureste de Cancún, México. Se pronostica que su trayectoria se incline hacia el norte-noroeste en las próximas horas, con una posible disminución en su velocidad de traslación. La provincia de Pinar del Río está en alerta de huracán, mientras que otras áreas del occidente cubano, como Artemisa y la Isla de la Juventud, se mantienen bajo advertencia de tormenta tropical.

La tormenta no solo trae lluvias intensas y vientos fuertes, sino también un peligroso incremento en las marejadas, afectando la navegación de pasajeros y cargas. Las autoridades monitorean de cerca las zonas bajas propensas a inundaciones. En Pinar del Río, el grupo temporal de trabajo para emergencias ha tomado medidas preventivas, como la suspensión de clases y la protección de recursos en almacenes.

El gobierno local ha garantizado la distribución de alimentos y el funcionamiento de los servicios esenciales, incluyendo la atención a los adultos mayores y embarazadas en zonas vulnerables. Además, las brigadas médicas y la Cruz Roja Cubana se mantienen activas en áreas con mayor riesgo de inundaciones, listas para asistir a la población afectada.

Las autoridades continúan supervisando la evolución de la tormenta tropical Helene y mantienen un monitoreo constante de los embalses de la región, que están cercanos a su capacidad máxima.

Fuente: teleSUR