El acto en conmemoración al 45 aniversario del triunfo de la Revolución Popular Sandinista se realizó este año en la Plaza La Fe, presidido por el presidente Daniel Ortega y la vicepresidente Rosario Murillo, en compañía de más de 500 invitados especiales y funcionarios de Estado, en una plaza abarrotada por miles de jóvenes y otros miles que se apostaron a lo largo de la Avenida Bolívar.

Ortega inició sus palabras con la frase “¡Aquí, no se rinde nadie!, La juventud manda, ordena, el pueblo manda, ordena y Daniel obedece», cautivando de inmediato a la multitud, a quienes aseguró que el sandinismo está comprometido con el principio de la paz, como el camino para alcanzar el bienestar, progreso y desarrollo del país: “solo la paz trae bienestar, trabajo, escuelas, hospitales, carreteras, viviendas, transporte, emprendimiento, educación gratuita, porque es un derecho del pueblo, es un derecho de la familia, un derecho de la Juventud”, aseguró el mandatario.

Recordando los primeros pasos de la Revolución, el presidente recordó la gesta heroica de la gran Campaña Nacional de Alfabetización, el coraje y valentía de quienes participaron en ella y la mano criminal de los remanentes somocistas que acabaron con la vida de algunos de esos jóvenes que se dieron a la tarea de bajar el analfabetismo de más del 60% a 12%, una victoria sandinista que fue sucedida por la Reforma Agraria, donde se entregó al campesino la tierra que trabajaba en finca, eliminando los grandes latifundios de los Somozas y sus seguidores, además se refirió a proyectos que se intentaron ejecutar, como una planta hidroeléctrica, con la que se hubiera generado más de 300 megavatios con la asistencia de la Unión Soviética, proyecto que se tuvo que abandonar para garantizar la vida de quienes trabajaban en el mismo, pues eran constantemente emboscados por los mercenarios financiados y entrenados por Estados Unidos para promover una guerra civil en nuestro país.

“Pero vino entonces la barbarie nuevamente, los imperialistas de la tierra quisieron organizar una guerra en contra de la Revolución que recién había triunfado en el año 79 y empezó la guerra y la asumió el presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan y empezaron a organizarlos, a entrenar, a darle a las fuerzas somocistas, que habían sido derrotadas, manuales para torturar y se instaló de nuevo la guerra de Nicaragua, apenas habíamos pasado una larga guerra contra la tiranía somocista que provocó más de 50,000 muertos y luego vino la otra guerra armada, financiada por los gobernantes norteamericanos y ¿cuáles eran los objetivos? era asesinar maestros en tanto se iban levantando escuelas en el campo, asesinar médicos y enfermeras en tanto se iban instalando puestos de salud en el campo y la montaña, destruir los puestos de salud que existían, destruir escuelas y donde estaban las maquinarias y equipos que habían llegado de Rusia en los caminos, carreteras y montañas, el objetivo eran las maquinarias, los equipos y los conductores, entonces asesinaron a los conductores y luego dinamitaban la maquinaria”, recordó el mandatario.

También se refirió a la manera en que las grandes potencias imperialistas, utilizan en nacismo arraigado en Ucrania para cercar a Rusia, “ellos (países europeos) están fortaleciendo al fascismo y alimentando una guerra que está dirigida a tratar de lograr lo que no logró Napoleón, lo que no logró Hitler, ahora lo quieren hacer con el nazi que tienen ahí como presidente, pero siendo ellos lógicamente los que manejan las armas y que ponen en riesgo la estabilidad en el mundo”.

Además se refirió a las agresiones contra China, una nación que está solidarizándose con los países en vías de desarrollo de África, Asia y América Latina, y que tiene puntos de convergencia con Rusia y otras naciones en los BRICS, lo que para Estados Unidos y países europeos representa un supuesto peligro, al no querer dejar caer el capitalismo ante un nuevo orden mundial donde impere el respeto por la soberanía de cada uno de los países, además el presidente se refirió al genocidio que vive el pueblo palestino y el afán de Israel de desaparecerlo como Estado con el apoyo de Estados Unidos.

El presidente enfatizó que el Frente Sandinista siempre ha buscado la paz, que los acercamientos de la reconciliación fueron dados desde la década del ochenta cuando se acercaron a los pueblos originarios y se les reconoció su derecho a la tierra y sus costumbres con la Ley de Autonomía, titulando cerca de 35 mil kilómetros cuadrados para esos pueblos originarios, pero esos procesos siempre han sido socavados por los intentos de Estados Unidos de incidir en Nicaragua y en este sentido recordó el intento de golpe de Estado de abril del 2018.

Agradeció la presencia de las delegaciones y los saludos que compartieron previo a sus palabras y enfatizó que desde su gobierno se seguirá luchando por la paz en la que confía que un día se vivirá en cada rincón del planeta: “en el mundo, en el planeta, no hay pueblo, no hay juventud, no hay mujeres, campesinos que se rindan, porque en el planeta no se rinden los pueblos y continuarán haciendo camino al andar hasta que la tierra sea un mundo de paz”.

Periodista: Héctor Calero