El Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, condenó el miércoles la campaña mediática contra su país y denunció la existencia de un laboratorio de noticias falsas en Estados Unidos, en respuesta a la presión de algunos medios por los resultados electorales del 28 de julio. Maduro calificó esta situación como lamás criminal y sucia conspiración que Venezuela ha enfrentado en años.

En su declaración, mostró un video que, muestra a un joven asesinado en Carapita, Antímano, utilizado para incitar al odio hacia su gobierno el cual todo ha sido falso, y fue montado para seguir generando violencia y odio. El Presidente enfatizó que la derecha venezolana no está capacitada para asumir el poder político del país y reafirmó su determinación de enfrentar las mentiras con la verdad.

También acusó a Occidente de no aceptar la realidad venezolana y responsabilizó a los países occidentales de conflictos en Afganistán, Libia e Irak, argumentando que tienen derecho a no recibir ataques mediáticos similares. Expresó su rechazo a ser considerado un agente de la CIA y su negativa a colaborar con organismos internacionales que actúen contra Venezuela.

Impacto negativo

El Presidente resaltó el impacto negativo de estas campañas en la economía y el bienestar del pueblo venezolano, asegurando que Venezuela no caerá bajo el imperialismo ni el fascismo. Mencionó un incidente en Anzoátegui donde un corresponsal fue agredido durante una cobertura en vivo.

Maduro también responsabilizó a grupos políticos y figuras, como Corina Machado y González Urrutia, por ataques a líderes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y agresiones a su hogar. Aseguró que no permitirá una guerra civil y abogó por mantener el orden constitucional.

En un tono firme, Maduro advirtió que, aunque prefiere seguir el camino trazado por Hugo Chávez, no dudaría en convocar una nueva revolución si es necesario. Defendió su gobierno y el poder popular, y agradeció a las fuerzas de seguridad por mantener la paz en el país.

También acusó a varias figuras internacionales y grupos políticos, incluyendo a Elon Musk, Jair Bolsonaro, y los expresidentes colombianos Iván Duque y Álvaro Uribe, de intentar provocar una crisis en Venezuela. Añadió que el 80% de los migrantes que regresaron a Venezuela provienen de Chile y Perú, y están involucrados en acciones violentas.

Concluyó afirmando que la Revolución Bolivariana es pacífica y electoral, pero no desarmada. Reiteró que el movimiento tiene una base popular sólida y apoyo militar, y que enfrenta una corriente criminal sin precedentes en la historia reciente del país.

Fuente: teleSUR