En un acto oficial encabezado por el Copresidente Daniel Ortega y la copresidenta Rosario Murillo, el General de Ejército Julio César Avilés Castillo asumió la jefatura del Ejército de Nicaragua, cargo que desempeñará durante un período de seis años, al frente de las fuerzas armadas del país.
«Y es una continuidad de su mandato. ¿Por qué? Porque el trabajo que él ha desarrollado, la dedicación, la disciplina, la mística, su vínculo con el pueblo, con los campesinos, con los productores, yendo de un departamento a otro para coordinar esfuerzos, para proteger la actividad productiva, para darle seguridad a la actividad productiva; nos dice mucho de lo que una persona, un compañero consciente, comprometido con la misma firmeza de Sandino, con la misma firmeza de Zeledón«, dijo el copresidente Ortega.
En el acto, el jefe de las fuerzas armadas de Nicaragua destacó los avances de la institución castrense durante los últimos cinco años, aportando con el desarrollo productivo del país, la defensa de la soberanía, la lucha contra el crimen organizado y el tráfico de drogas.
«Fortalecimos la estrategia del muro de contención con mayores capacidades de vigilancia y exploración del territorio nacional, creamos la Universidad de Defensa 4 de mayo en honor al Día de la Dignidad Nacional, avanzamos en la dignificación de la carrera militar mejorando las condiciones de vida y el trabajo del personal. Destacamos como uno de los logros más relevantes la incorporación de nuestros valientes ideales soldados y marineros a tener derecho, por primera vez en nuestra historia, a un sistema de pensiones, mejoramos el programa de atención médica para todas las categorías de personal«, dijo el jefe militar.
El acto coincidió con el aniversario 91 del paso a la inmortalidad del General Augusto C. Sandino. En ese sentido, el copresidente recordó la lucha del héroe nacional por la liberación de Nicaragua, organizando el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional. Además, leyó parte del pensamiento del General Sandino, siguiendo los ideales del General Benjamín Zeledón.
«Fue una batalla larga la que libró el General Sandino, él no estaba luchando a ciegas, sino que tenía la capacidad de elaborar pensamiento, de elaborar ideas, de entender qué estaba pasando y por qué tenían que luchar; y él desde la montaña escribió la esencia de su pensamiento, patriótico y revolucionario que trasciende a la humanidad, trasciende estos tiempos en que se han multiplicado las guerras, trasciende en estos tiempos en que se habla de que estamos al borde de una hecatombe mundial porque hay armamento atómico y los imperialistas de la tierra, sobre todo en este caso», destacó Ortega.
Además, recordó la traición de parte del entonces presidente de Nicaragua, Anastasio Somoza, en la que el General Sandino arriesgó su vida en busca de la paz.
«Y empezaron las negociaciones. Cuando vino a Managua, Somoza, el hijo de perra de los Yankis, se fue a saludarlo, lo abrazó y se tomaron una foto. Allí está esa foto y le dijo que eran hermanos, ‘somos hermanos masones’, le dijo Somoza a Sandino. Y luego regresó al campamento y que vendría a otras reuniones; entonces él viene a Managua de nuevo, cuando lo invitó a la cena, es como pensar en Cristo en la última cena, y cuando salen, vienen bajando la Avenida Sandino. Está un retén de la Guardia, los detienen, los bajan de los vehículos y aparece la hija del Presidente Sacasa que venía de la cena, se lo llevaron y lo asesinaron», recordó el copresidente.
Periodista: Nerys Bonilla
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