La pasada medianoche dio comienzo en España un paro indefinido de transportistas por carretera convocado por la Plataforma Nacional en Defensa del Sector, una asociación minoritaria que dice representar al 90 % de las pequeñas y medianas empresas del sector.
Este lunes, durante la primera jornada de paro, los transportistas protagonizan una manifestación en Madrid para dar visibilidad a sus protestas.
La mayor queja de estos profesionales es el incumplimiento de la ley que impide el trabajo a pérdida por parte de los cargadores, sus clientes. Denuncian, asimismo, que el Gobierno está haciendo dejación de funciones al no supervisar su cumplimiento.
Los transportistas también critican el aumento de los costes de funcionamiento de sus negocios, en especial, los elevados precios de los carburantes que, aseguran, ahogan sus negocios y en ocasiones les aboca a perder dinero.
La protesta no cuenta con el respaldo de otras asociaciones del sector, como Fenadismer, Fetransa o Feinsa, todas ellas presentes en la mesa del Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC).
La Plataforma Nacional en Defensa del Sector fue la convocante del paro del mes de marzo, que duró casi tres semanas y que afectó gravemente a la distribución de todo tipo de productos, obligó al cierre de numerosas factorías por la imposibilidad de obtener componentes e hizo que en los supermercados hubiera escasez de algunos productos, como la leche.
En aquella huelga, sin embargo, lograron contar con el apoyo de algunas de las principales asociaciones del sector. Por ello, el Gobierno aprobó dos decretos ley que recogían algunas de las principales demandas de los transportistas. Se garantizaba que el precio del transporte fuera superior a los costes y se aprobaron ayudas directas por valor de 450 millones de euros.
En esta ocasión, tras una reunión mantenida el pasado jueves entre representantes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y la dirección de la Plataforma, se alcanzó el compromiso de reforzar las inspecciones, si bien no fue suficiente para desconvocar el paro.
Este paro patronal ha dado comienzo pocos días antes del Black Friday, que se celebrará el próximo 25 de noviembre. A pesar de que esta práctica llegó al país hace relativamente poco, se ha asentado con fuerza, como se refleja en el estudio de OBS Business School realizado por el profesor Eduardo Irastorza.
En el documento se recoge que el volumen de negocio en el país lo sitúa en los primeros puestos a nivel mundial, con un incremento de las ventas del 706 %, con los productos de moda y de electrónica como protagonistas.
En este escenario, si en el mes de marzo se estimó que el perjuicio del paro para la economía rondó los 600 millones de euros a la semana, se estima que en esta ocasión se podría alcanzar una pérdida de 600 millones de euros al día.
Fuente: RT en español
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