Autoridades gubernamentales de Nueva Zelanda declararon el estado de emergencia nacional el martes por los destrozos provocados por el ciclón Gabrielle en la Isla del Norte, informaron fuentes oficiales.
El ministro neozelandés de Gestión de Emergencias, Kieran McAnulty, declaró en un comunicado que «es un evento meteorológico sin precedentes que tiene un significativo impacto en buena parte de la Isla Norte».
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Considerada la más poblada de la nación oceánica, la Isla del Norte ha sufrido los embates más violentos del evento meteorológico cuyas inundaciones aislaron a varias localidades y obligaron a decenas de personas a refugiarse en los techos de los edificios.
El primer ministro neozelandés, Chris Hipkins, confirmó en rueda de prensa que «hay muchas familias desplazadas«, sin dar cifras concretas de la cantidad de damnificados. Asimismo, confirmó el despliegue de equipos de la Armada en la zona para colaborar en las evacuaciones.
La emergencia incluye a Auckland, Northland, Tairāwhiti, Bay of Plenty, Waikato, Hawkes Bay y el distrito de Tararua, donde el ciclón tocó tierra el pasado domingo con categoría 2 de la escala Saffir-Simpson, provocando severos daños en la infraestructura energética y de transporte.
Medios locales reseñan el impacto en la ciudad de Auckland, que todavía se recupera de inundaciones históricas en enero último que dejaron un saldo de cuatro fallecidos, donde centenares de residentes fueron evacuados o se encuentran atrapados en viviendas y vehículos.
Las autoridades destacaron que varias localidades de la Isla Norte están aisladas, mientras que un número indeterminado de trabajadores agrícolas han escapado de las inundaciones refugiándose en los tejados, a la espera de ser rescatados.
Asimismo, trascendió la desaparición de un bombero voluntario al ser arrastrada una vivienda por un deslave en el barrio de Muriwai, al oeste de Auckland, al tiempo que otro fue evacuado con graves heridas.
Según explicó la empresa pública de Energía Transpower, la situación de decenas de miles de personas carentes de electricidad puede extender por varios días o incluso semanas, mientras se mantienen canceladas las operaciones del transporte marítimo, ferroviario y aéreo.
Fuente: teleSUR