Enrique Reina, canciller de Honduras informó que la inteligencia del país detectó un intento de «golpe de barracas», el cual habría sido motivado por declaraciones recientes de la embajadora estadounidense Laura Dogu.
Según Reina, el plan buscaba dividir las Fuerzas Armadas, con algunos sectores intentando destituir al jefe militar Rossvelt Hernández.
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En medio de estas tensiones, la presidenta Xiomara Castro ha redoblado sus esfuerzos para preservar la unidad y estabilidad de las Fuerzas Armadas.
Castro enfrenta el reto de mantener cohesión en un momento crítico, mientras se aproxima el inicio de la campaña para las elecciones primarias, programadas para abril de 2025.
El comentario de la embajadora Dogu también ha desatado un debate sobre el tratado de extradición entre Honduras y Estados Unidos.
Según Reina, existe la preocupación de que este tratado pueda ser utilizado como una herramienta política para influir en los asuntos internos del país.
En particular, se teme que el tratado pudiera ser invocado para llevar a juicio en Estados Unidos a Roosevelt Hernández o al secretario de Estado en el Despacho de Defensa, Nacional, José Manuel Zelaya Rosales en un intento por debilitar al partido Libre en el marco electoral.
Influir en los asuntos internos de Honduras
Por lo tanto, estas acusaciones surgen en un contexto de crecientes tensiones, a medida que se acerca la fecha para el inicio de las campañas de las elecciones primarias.
Además, se especula que la injerencia extranjera podría estar destinada a influir en el proceso electoral, utilizando acusaciones sin fundamento para generar incertidumbre y debilitar la confianza en las instituciones hondureñas.
Cabe destacar que, el pueblo hondureño definirá quien será el próximo jefe de Estado el 30 de noviembre de 2025 y el mandatario electo asumirá la presidencia el 27 de enero de 2026.
Fuente: teleSur