Bolivia enfrenta un incremento alarmante en los casos de trata de personas, con métodos de captación que evolucionan constantemente. Tradicionalmente, los tratantes utilizan ofertas de trabajo falsas, anunciadas en postes de luz y medios radiales, para atraer a niñas, niños y adolescentes con fines de explotación sexual. Sin embargo, en los últimos años, las redes sociales y los juegos en línea han ganado protagonismo como nuevas herramientas para capturar víctimas.

Según Wara Delgadillo, del Observatorio Cecasem, estas plataformas permiten a los tratantes construir relaciones virtuales con los menores, quienes muchas veces prefieren comunicarse en línea en lugar de contar sus problemas a sus familias. Juegos con chat incorporado, como Free Fire y Fortnite, han facilitado la interacción entre tratantes y sus posibles víctimas. La pandemia ha exacerbado este riesgo, ya que el uso de dispositivos móviles y plataformas digitales se incrementó debido a las clases virtuales.

El principal objetivo de los tratantes en Bolivia es la explotación sexual de niñas y adolescentes. Las víctimas que son llevadas al extranjero suelen terminar en países vecinos, como Argentina y Brasil, donde son explotadas laboralmente, o en Perú, donde la explotación sexual es más común.

A pesar de la gravedad del problema, la justicia boliviana ha tenido dificultades para sancionar adecuadamente a los responsables. Según Carola Arraya, directora de Lucha contra la Trata, la falta de sentencias contundentes envía un mensaje de impunidad a las redes criminales. Aunque la Ley Integral contra la Trata y Tráfico tiene más de 12 años en vigencia, solo 12 personas han sido condenadas, mientras que cientos de casos siguen sin resolverse.

Fuente: teleSUR