El Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, quien falleció el 17 de abril de 2014 en la Ciudad de México, es un literato colombiano que transcendió como uno de los mayores escritores del siglo XX, por lo que recibió la máxima distinción en este campo en 1982, primordialmente por su obra maestra Cien años de soledad (1967).
García Márquez resultó el cuarto latinoamericano en recibir un Nobel de Literatura, antecedido por los poetas chilenos Gabriela Mistral en 1945 y Pablo Neruda en 1971, así como por el guatemalteco Miguel Ángel Asturias en 1967.
Gabo, como familiarmente le decían, es probablemente el personaje latinoamericano más conocido en el mundo, pues aportó un rumbo espléndido del género de la novela, fue un creador de cuentos y un periodista consumado. Tanto en sus ficciones más cortas como en las más largas, García Márquez logró ser comprensible al lector al tiempo que satisfacía a los críticos más exigentes.
Asimismo, es reconocido como el máximo representante de un estilo literario conocido como «realismo mágico».
El término «realismo mágico», se convirtió en un hecho literario gracias al escritor colombiano nacido el 6 de marzo de 1927 en Aracataca. Este estilo narrativo armoniza elementos realistas con fantásticos de forma natural, que reta la percepción tradicional de la realidad.
El escritor fue impactado por su niñez en la región caribeña de Colombia, donde creció envuelto de historias y mitos populares. Esta rica herencia cultural se refleja en su obra más famosa, Cien años de soledad, en la que introduce al lector en un mundo donde lo extraordinario es parte de lo cotidiano.
El realismo mágico posibilitó a García Márquez investigar argumentos complicados como el tiempo, la memoria, la soledad y la identidad de una forma única e intensamente sugestiva. Su modo descriptivo afrontó los acuerdos literarios de su época y creó nuevos horizontes en la retórica americana y universal.
Mediante el realismo mágico, Gabo alcanzó a extenderse en las barricadas culturales y lingüísticas, enlazando con lectores de disímiles lugares del universo, por su destreza para instaurar mundos descriptivos complicados y efectivos aprisionó el ensueño de multitud de personas y fortificó su perspectiva como uno de los grandes maestros de la literatura universal.
Su habilidad para juntar lo real con lo imaginario continúa siendo una muestra de la infinita creatividad humana y la posibilidad de la literatura para difundirse a través de las fronteras y las épocas.
El realismo mágico es una forma de narrar en la que lo insólito y característico se muestra como algo cotidiano, en este sentido es una narración asentada en la observación de la realidad, donde tienen lugar particularidades y maravillas dentro de la normalidad.
Esa realidad es viable en el contexto de América Latina, caracterizado por sociedades que afrontan el pensamiento simbólico y la corriente técnica modernizadora. Esta composición proviene de una historia acelerada marcada por la aproximación cultural, el mestizaje y la patente heterogeneidad.
El realismo mágico brota como respuesta a una tradición literaria expresiva e imitativa que prevalecía en Latinoamérica, como las corrientes del romanticismo, el modernismo y el costumbrismo que no lograban retratar el complejo universo de la realidad latinoamericana, por otra parte el realismo mágico disputaba la fantasía escapista de la estética modernista siendo un retrato de una situación peculiar.
Fuente: teleSUR
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