En el Ariake Arena de Tokio, Japón, Kenshiro Teraji se convirtió en campeón mundial de dos pesos, con un triunfo por nocaut técnico, en el 11° asalto, sobre Cristofer Rosales para reclamar la corona vacante de peso mosca del CMB.
Teraji dominó al ex campeón Rosales con un juego de pies de adentro hacia afuera perfecto; mientras disparaba rápidas combinaciones a la cabeza y al cuerpo y acumulaba una hermosa ventaja en las tarjetas.
Rosales, que tuvo a la superestrella libra por libra, Saúl ‘Canelo’ Álvarez apoyándolo en el ringside, lucía una nariz horriblemente ensangrentada, que el médico del ringside supuso que estaba rota cuando ordenó detener el combate al comienzo del 11° round.
A pesar de la considerable altura y la ventaja de alcance de Rosales, el jab de Teraji fue la característica definitoria de los primeros tres minutos. El peleador local se movió suavemente hacia su izquierda, anotando con frecuencia a través de la guardia alta de su oponente estático antes de conectar un derechazo a la sección media.
Rosales combinó su izquierda con algunos golpes circulares en el segundo round, algo muy característico del gimnasio Eddy Reynoso, aunque los golpes rectos más cortos de Teraji siguieron encontrando su lugar. Un gancho de derecha limpio a la mandíbula de Rosales encendió el fuego debajo del visitante y ambos tuvieron éxito intercambiando golpes en el centro del ring durante los últimos 30 segundos.
El ritmo y el timing de Teraji le permitieron mantener la ventaja en el tercer round, cambiando el jab del cuerpo a la cabeza antes de aplicar el revés en la parte baja. Resultó ser una estrategia clásica, ya que Rosales, distraído por el trabajo al cuerpo, fue sacudido por un gancho de derecha que lo sacudió. «The Amazing Boy» acechó a su presa con calma y sin remordimientos hasta que sonó la campana.
Sangrando por la nariz, Rosales buscó refugio en las cuerdas al comienzo del cuarto round. Su decisión de cambiar a zurdo pareció aún más temeraria, ya que recibió derechazos antes de que un zurdazo ensordecedor hiciera girar a Teraji y pusiera de pie a Canelo.
Esto llevó a un quinto round más circunspecto, otro round de Teraji, mientras Rosales mantenía el estoque cerca de su barbilla. El nicaragüense volvió a la ortodoxia en la siguiente sesión, pero eso sólo le permitió a Teraji golpear con más libertad al cuerpo una vez más y un derechazo por encima del hombro se sumó a la agotadora dieta vespertina de Rosales.
Teraji hizo una finta hermosa para anotar un par de derechazos en una séptima ronda competitiva. El rostro de Rosales, tatuado con marcas rojas y ronchas, contaba una historia sombría mientras el favorito local seguía concentrándose en su maltrecha nariz.
El sistema de puntuación abierto del WBC reveló que Rosales tenía una desventaja importante en las tarjetas, pero había participado en muchos asaltos. No se pudo decir lo mismo de los asaltos nueve y diez, ya que Teraji conectó su derecha a voluntad y el peleador visitante se desplomó visiblemente.
El árbitro Lawrence Cole le pidió al médico del ringside que revisara a Rosales cuando Reynoso expulsó a su hombre del undécimo asalto y decidió que el estimado entrenador probablemente debería haber llegado por su propia voluntad.
Fuente: Sportingnews
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