Roach y Davis se preparan para una revancha tras pelea polémica

El combate celebrado en el Barclays Center de Brooklyn, Nueva York, la noche del pasado sábado presentó momentos controvertidos, particularmente en el noveno round. Davis se arrodilló tras recibir impactos de Roach y se dirigió a su esquina, donde su entrenador le limpió el rostro con una toalla.

Posteriormente, Davis atribuyó la situación a una reacción adversa de un producto capilar que le provocó ardor en los ojos.

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El árbitro Steve Willis no realizó la pertinente cuenta de protección al boxeador de Baltimore, quien solicitó que le limpiaran el rostro ante la mirada del público.

Davis utilizó un peinado con trenzas, habitual en el boxeo femenino, y explicó que decidió poner la rodilla sobre la lona al caerle una gota de grasa de su cabello, lo que le impidió tener una mejor visión.

Disposición a una revancha

Según las reglas del boxeo, si el contacto de la rodilla de un púgil con la lona tras recibir un golpe constituye un derribo, la solicitud de tiempo fuera por parte de un boxeador es ilegal, siendo el árbitro la única autoridad para detener la contienda. Además, la limpieza del rostro del púgil por su esquina con una toalla durante el asalto está prohibida.

A pesar de estas infracciones, el árbitro Steve Willis únicamente advirtió, sin decretar derribo ni sancionar con la pérdida de puntos.

Tras el combate, Davis expresó su disposición a una revancha, aunque no esperaba que fuera su próxima pelea.

Por su parte, Roach, quien no era considerado favorito antes del enfrentamiento, demostró su valía y ahora espera tener la oportunidad de buscar justicia en una revancha inmediata.

Periodista: Enrique Manzanarez