La pandemia golpea con fuerza al Real Madrid. El equipo está cogido con algodones para el partido del domingo ante el Cádiz después de que, en las últimas horas, se hayan detectado hasta siete positivos por coronavirus. Los dos primeros en caer enfermos, Modric y Marcelo, comenzaron a tener síntomas de resfriado en la tarde del martes, y fueron inmediatamente apartados del equipo.
El Madrid ha hecho oficial que han caído enfermos otros cuatro jugadores: son Asensio, Bale, Lunin y Rodrygo, y nuestro primer asistente técnico Davide Ancelotti han dado resultado positivo en Covid-19.
- Quizás te interese leer: El «Kun» Agüero anuncia el retiro definitivo de su carrera profesional
En todos los casos, afortunadamente, la sintomatología es leve. Pero esos nuevos positivos, unidos a las bajas por lesión de Ceballos y Carvajal, complican mucho la labor a Ancelotti para el penúltimo partido de Liga antes de que termine el año.
El protocolo aprobado por LaLiga y la federación indica que si hay 13 fichas disponibles entre el primer equipo y el filial, el partido se tiene que jugar. Por otro lado, debe haber un mínimo de cinco jugadores del primer equipo en la lista y, de hecho, sobre el terreno de juego.
El problema para la entidad blanca ha sido que los equipos de fútbol, baloncesto e incluso el femenino comparten algunos de los espacios comunes que hay en Valdebebas, tales como algunos gimnasios o salas de recuperación, comedores y zonas de recreo.