Hay un tipo de películas y series que a Hollywood siempre se le ha resistido. A la hora de adaptar videojuegos, la meca del cine se ha topado con críticas catastróficas, fracasos de taquilla y fórmulas fallidas que ni siquiera convencieron a los más fans de las consolas. Esto derivó a que este subgénero, que nos ha dado títulos míticos como el Tomb Raider de Angelina Jolie o Resident Evil de Milla Jovovich, pocas veces haya despertado confianza y arrastre la maldición de nunca obtener un éxito masivo. Pero en 2023 todo cambió.
Desde luego, es complicado llevar un videojuego al audiovisual. No es lo mismo sentirte a los mandos de la acción que simplemente verla en pantalla, y en cine y series, al tener que centrarse 100% en lo narrativo y dejar de lado muchas virtudes de la experiencia jugable, hace difícil que el producto en cuestión funcione igual de bien que el título original. Además, si sumamos que muchos juegos presentan duraciones inmensas con universos repletos de contenidos la dificultad se incrementa.
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Fracasos como El príncipe de Persia de Jake Gyllenhaal, el Need for Speed de Aaron Paul, el Assassins Creed de Michael Fassbender o el Final Fantasy en animación ultrarrealista lo ejemplifican. Además, aunque sí haya habido éxitos como los mencionados casos de Tomb Raider o Resident Evil o más recientemente con Sonic: La película o Uncharted, no se puede negar que son títulos que despertaron opiniones tibias y que en taquilla obtuvieron lo justo para ser rentables, con cifras moviéndose en la horquilla de los 300-400 millones de dólares ante presupuestos altos en torno a los 100.
Sin embargo, acabamos de ver la demostración de que con mimo y un enfoque acertado se puede huir de estos problemas y aspirar mucho más alto, como ha sido el caso de Super Mario Bros: La película, The Last of Us o Five Nights at Freddy’s.
La primera, contando con la estricta supervisión de Nintendo, se lució mostrando todo lo que el público adora de los juegos, tejiéndolo con ingenio en una cinta familiar animada desarrollada por los creadores de éxitos como Los Minions. Es cierto que la crítica la destrozó, pero el público cayó rendido a esta aventura cinematográfica del plomero y su taquilla se disparó hasta los 1.361,3 millones globales.
Estas cifran la sitúan como la segunda película más taquillera del 2023, pero también como la adaptación de un videojuego más exitosa de la historia. Para que se hagan una idea, el récord previo lo ostentaba Warcraft con $439 millones, que estaba casi $1.000 millones por debajo de los datos de Super Mario Bros: La película. Desde luego, cifras que hace nada hubieran sido impensables para una adaptación de un título de videoconsolas.
Lo mismo podríamos decir de Five Nights at Freddy’s, la película de terror de Josh Hutcherson que adapta esta serie de juegos lanzada en 2014 sobre una pizzería asolada por muñecos animatrónicos. Las críticas fueron terribles, pero su apuesta por resaltar el carisma de sus terroríficos a la vez que adorables protagonistas llevó en masa a los fans de los juegos y al público adolescente a las salas, saldándose con una taquilla de 289,3 millones ante un minúsculo presupuesto de solo 20. Un éxito absoluto.
Si miramos hacia la televisión, también es innegable que la serie de The Last of Us de HBO ha roto expectativas. Al contar como showrunners con Neil Druckmann, creador del videojuego original; o Craig Mazin, responsable de ficciones de éxito como Chernobyl; fueron capaces de entregarnos uno de los productos audiovisuales más estimulantes del año. Aunque se tratara de una historia apocalíptica de zombies, el centrarse en el lado humano, que siempre fue lo que hizo especial a estos títulos en consolas; y expandirlo con nuevas tramas e ideas, nos hizo caer rendidos como nunca a una adaptación de un videojuego.
Solo hay que ver que su porcentaje de críticas positivas en Rotten Tomatoes ascendió al 96% y que en Metacritic obtuvo una altísima puntuación de 84/100, situándose como la adaptación de un videojuego más aclamada por la prensa. Además, en audiencias también batió récords, ya que se situó entre las series más exitosas de HBO y cerró su primera temporada con un promedio de 30,4 millones de espectadores, según datos de la cadena.
Por todo ello, creo que este 2023 ha cambiado por completo la percepción de este subgénero de adaptaciones de videojuegos. Primero para el público, que va a sentir motivación por seguir disfrutando de estos productos y le va a costar menos darles su dinero. Y segundo, y más importante todavía, para la industria, que van entendiendo el truco a cómo realizar estas adaptaciones de la mejor forma posible y han visto que puede haber una mina de oro con un buen trabajo detrás.
Si todavía hubiera dudas, creo que queda ejemplificado en los muchos proyectos sobre videojuegos que hay sobre la mesa, como la serie deFallout que Prime Video estrena en 2024, la película de Borderlands con Cate Blanchett que también llegará a las salas durante este próximo año o las adaptaciones de God of War o Horizon que Amazon y Netflix tienen en la nevera. Sin duda, parece la que maldición de los videojuegos en el cine y la televisión se ha roto.
Fuente: Yahoo Noticias